Llega el punto en que la nostalgia conforma paredes de casa,
el mismo en que las verdades saben a mentiras
y las mentiras... a paz.
Llega el punto en que los besos saben a agua
...y a agua de la llave.
Agua que tomas no sabiendo si es por sed
o por amor a la tuberia.
Llega el punto en que la farsa se convierte en tu verdad
... y tu verdad en el unico lado existente del prisma.
Es el mismo punto de no saber si las caricias son caricias
o ligeros rasguños que van formando grandes cicatrices.
El mismo punto en el que interrogas al amor y lo comparas con costumbre
el mismo en que las verdades saben a mentiras
y las mentiras... a paz.
Llega el punto en que los besos saben a agua
...y a agua de la llave.
Agua que tomas no sabiendo si es por sed
o por amor a la tuberia.
Llega el punto en que la farsa se convierte en tu verdad
... y tu verdad en el unico lado existente del prisma.
Es el mismo punto de no saber si las caricias son caricias
o ligeros rasguños que van formando grandes cicatrices.
El mismo punto en el que interrogas al amor y lo comparas con costumbre
ese punto que tiene los recuerdos
recuerdos de los besos, de momentos y juramentos.
El mismo punto que tiene los recuerdos
recuerdos de las traiciones, los engaños y juramentos
...pero juramentos rotos.
Y luego ese punto te pregunta
¿Quién engaña a quién?
¿La costumbre al amor?
¿o el amor a la costumbre?
¿ella a ti? ¿o tu a ella?
¿o tu a ti?
El punto que no logra ser y siempre queda en suspensivos
...Por que para un punto final se necesita que la historia haya terminado
y esta no se termina por simples puntos y signos de interrogacion.
Vamos a ponerle los acentos que tanta falta hacen.
