Mencioné tu nombre
a la ausencia
como todos los días.
Me sorprendió tu recuerdo
y fue entonces
que no encontré tu sonrisa.
Asustada mi alma
buscó tus ojos, tu nariz, tu algo
... y encontré tu camisa.
Corrí por mi memoria
bebí fotografías
sólo encontré tu nombre
en los archivos del olvido.