miércoles, 12 de marzo de 2014

Una caricia bastará para matarme.

Pasé tantas noches en las manos de Karen
que parecía que hubiera zurcado mi piel 
como una víbora me desescamé 
y mi cuerpo se llenó de ternura

Objeto de pasión me convertí
la nueva piel ante el fuego
y fui carne
y fui deseo 
y de las manos de Karen 
en mi piel no había recuerdo

Luego, un niño con un bisturí 
se la llevó toda,
me dejó desnuda,
y entre mis huesos 
y con cinceles 
grabó su nombre, Rom-
pió mi coraza con él... el  ... el.

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