domingo, 15 de abril de 2018

Entumecimientos..

Atreverse.

Sufrir los calvarios 
los besos de limón
latigazos de la desesperación.

Respirar en la tardanza de sus manos en buscarme
sonreirle al mutilador encanto de sus besos
y caer 
en la tibieza
una pasión amontonada:
el beso de sus manos
tras sus largos brazos
que me situaban tan lejos de su alma.

Instante 1

Venir 
recoger mis pedazos en el único lugar en que me encuentro 
ver que ni yo, 
ni tú, 
ni la circunstancia 
pueden generar  amor;
que un insecto gordo abaniquea
alas desesperadas
si se afloja el ritmo
inminente es la caída;
se esfuerza tanto
y se mantiene frente a mí,
como la delgadez y calma 
un hombre perdido en un libro.

Me hallo aquí, 
en este lugar donde ni siquiera sé a dónde voy, 
si estoy perdida, 
ni para dónde gira el mundo 
o por dónde sale el sol;
es aquí donde estás tú
y des-afortunadamente
no estás.

Vuelvo la mirada hacia mi centro
y veo los bambúes cobijándome,
veo sus hojas caer,
y ellos siguen de pie
cubriéndome...
de mí
            de ti
                      del tiempo.

Las hojas llenas de rocío me recuerdan que no soy única
que somos muchas
y que entre más fresca y húmeda sea la noche
más acariciaremos las plantas de la tierra;
y florecerán,
no los Rocíos, 
sino ellas...

ellas que tienen más alcance
que tú y que yo en la vida.