viernes, 22 de marzo de 2024

Desvergüenza.

Nada de lo que hice podría avergonzarme

haber intentado demasiado, tal vez,

no haber valorado mi tiempo,

considerarlo un desperdicio,

pero no hay vergüenza en amar

ni en expresar sólo amor en mis palabras

tal vez la última frase, pero tampoco

pues eran tus propias palabras de hiel 

tu dolor como boomerang volviendo hacia ti.


Nada de tus juicios podría avergonzarme

porque no documentaste más allá

de supuestos y rencores

porque un buen juez considera 

todas las perspectivas

y tus ojos sólo miran desde tu trinchera;

la innecesaria muralla 

pues yo no te haría daño,

O talvez sólo rasguños

cincelados a tus paredes inderrocables.


Nada de lo vivido podría avergonzarme 

porque entregué desde el alma

sin condiciones ni expectativas

y obrar desde la bondad 

desde el amor resiliente

deja el espiritu tranquilo 

con la paz de que no queda en uno

sino en los temores del otro.





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