lo mas desgarrador del alma
tan triste como un café frío
con la amargura de una cena en soledad.
Escribiré como si no hubiese mañana
ni un después para esta vida
que no la habrá para este ser
que hoy firma que te olvida.
Este ser que fue porti/parati/contigo
llega hasta el límite del desconsuelo
para perdonarte a ti mendigo
haberle roto el alma y la existencia.
Con permiso para llorar
sello este verso que al amor dedico
aun necesito sentarme y toser
aun me sofoca en el pecho
son tantos sentimientos
ocluyendo mi garganta
que no me dejan respirar.
En lo agobiante de la agonía
se le da la extrema unción al sentimiento
y aunque esta muerte haya llegado tardía
¡Gracias Señor por terminar el suplicio
que robó felicidad a esos mis buenos días!
 
 
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