sábado, 26 de enero de 2013

Me enamoré de un cielo.

El valle despierta hermoso
los campos regados
los árboles limpios 
aves volando
que resaltan la hermosura
de su obscuro contraste
con el fondo...la nube.

A lo lejos los cerros
atractivos y obscuros 
las nubes tan blancas
tan bajas
parecieran hacerlos flotar

Nubes blancas
gordas, delgadas
algunas grises
tanto más azules
danzando en el aire
coqueteandole a el suelo.

Como un ejercito implacable
van formadas, marchando
donde pueda la más noble
acariciarnos con sus aguas.

Las 9:45 am de un 26 de enero
y las nubes no entristecen
ellas brindan una felicidad exquisita 
sonrisas de tonta con solo verlas
como si estuviera enamorada
Un éxtasis visual
de algo que me resulta tan ajeno
y aunque sé es un amor pasajero
lo contemplo y lo siento
mientras anhelo
llueva pronto todo el cielo.

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