El vacío, el frío, la soledad de un cuerpo vivo
el latex en los brazos, en los labios, en el alma
como un barril de cerveza compartido:
los pedacitos de un despertar fragmentado.
No sé qué es el tacto
no debo saber
qué hacen tus manos con esta piel
ni qué sienten tus labios
cada que rozan mi amanecer.
Buscaba un abrazo que sujetara el universo,
pero entre tus brazos sólo había hielo
-despiadado y congelante hielo-
y conseguí una rama seca y quebradiza.
Besos de vinagre
beso de suicidio
besos que llevan clavos por condena
a mis brasas apagó con tan ósculo desierto
no hubo abrazo, ni hubo cielo
apenas un caciqueado beso
una lengua cuarteada
y un chingo de kilómetros de regreso.
Quise dormir y no vaciarme
sed aquí que en Hermosillo,
todo es de un mismo desierto.
Desfallecen las ideas
recuerdo mis anhelos
la muerte exquisita convierte mi vida 
vacía
y te arranca de mis brazos lisonjeros
crepuscular / las astillas/ en vano
tu costado inaferrable
mi cólera mudo 
debiste alcanzar el sol que se negaba a irse se tus ojos
pero no lo miraste
...y se apagó de tristeza.
 
 
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