Hace una semana frente a un altar dudé
y no supe si regresar
refugiarme en sus brazos
o seguir firme a mis demonios
lloré.
Me descubrí perdida
y las personas vinieron
a decir -no regreses
todavía somos lo mismo-
Hoy estoy yéndome de nuevo
con un cariño sembrado
no sé si me ha enamorado
pero no me extraviaré por una promesa
que a las promesas las desvanece el viento
y ya nunca regresan.
No me perdones Dios
...no me perdones..
porque ya no te lo pido.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario