Anteceden tus manos
los objetos de mi carne,
baldíos los sueños
en tus ojos y los besos,
raptan las Violetas
tabletas de felicidad,
oscuridad intermitente.
Años de nubes y centellas
liberan el dolor y la demora
bajo tu sonrisa abrumadora
entre verdades que huelen a mentira;
reabrimos la caja de Pandora
tejiendo temores y delirios:
origen de mi muerte.
Armas cayendo en libertad,
lánguida espera sigilosa;
bastas son las horas
entre golpes y el silencio,
rugidos de tu boca
taciturna me dejan
ocaso de la eterna espera.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario