Estaba sorprendida de encontrarse enamorada de él... 
Tenía 17 años y estaba envuelta en todos los grupos religiosos que podía... antes de los famosos retiros de uno de los grupos, habían lo que llamaban pre-encuentros, eran reuniones previas para ir conociendo a los nuevos encuentristas. El trabajo de las personas que ya habían trabajado en los retiros era el de acercarse a los nuevos chavos para hacerlos sentir cómodos e indagar sobre sus gustos, status religioso y cosas que sirvieran para facilitar su encuentro con el Señor. 
Ese día llegó en uno de esos días de las mujeres en los que odian a todo mundo, tenia que ir a socializar con las personas nuevas pero no quería, a sus 17 años estaba en un trance en el que ya no le era fácil convivir con personas de 13 años... y la mayoría de los prospectos a encuentristas tenían esa edad; le daba flojera tener que sentarse a hablar con alguien y tener que aventarse sus ñoñerías, pero tenía que elegir a alguien, ese era su trabajo y todos ya habían empezado.
Era primevera al rededor de las 8 de la noche y estaba parada en medio de la explanada de la parroquia, quería salir corriendo y renunciar a ese compromiso... entonces lo miró, estaba sentado debajo de un árbol, aislado, distante y con una cara de pocos amigos; ella se sonrió y pensó "si yo fuese encuentrista, en este lugar y en este momento... estaría exactamente donde él está, con la misma actitud ja-ja soy yo" y decidió acercarse a él.
Era un jovencito de anteojos, el cabello chino y esponjado, chaparrito, con unos cachetes que lo hacían ver como un niño bonito con la combinación de su cabello. Empezó a platicar con él y a diferencia de lo común no iba porque lo hubieran mandado sus papás, o porque sus amigos lo invitaron... dijo que quería entrar al encuentro para aprender a tocar la guitarra, lo cual le gustó porque era una sinceridad en la que no le importaba lo que pensaran; después de hablar un poco de música empezaron a hablar de libros, ella nunca había conocido a alguien que gustara de leer; a ella le gustaba mucho leer, pero casi no tenía libros y lo que había leído era a escondidas de la biblioteca de su abuelo, pero la lectura nunca fue tema de conversación con sus amistades porque nadie leía, así que esa noche habló con ese jovencito de Don Quijote... su manera de hablar y de decir las cosas demostraban un pensamiento muy parecido al de ella, se identificó con él y por eso le cayó bien, aparte que parecía ser la persona más madura de todo el área.
Las reuniones pasaron, el retiro sucedió y él siempre fue el jovencito que iba a aprender cómo tocar la guitarra... con esa correa amarilla en su guitarra que parecía que decía precaución y nada más.
¿Es valido que se encontrara sorprendida al estar enamorada de un chico menor que ella al que había conocido 8 años antes? ¿por qué ahora le parecía fantásticamente extraño sentirse tan identificada con él al grado de haberlo temido su alter ego?
Ella lo había elegido muchos años antes porque le pareció una persona que valía la pena, tal vez no lo vio como un prospecto para cuestiones del amor porque la diferencia de edad en ese entonces era abismal, ella lo conservó a pesar de los años y las distancias porque probablemente su subconciente estaba bien consciente de que él sería del tipo de chicos que ella catalogaría como perfectos.
 
 
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