martes, 2 de diciembre de 2014

Había una vez...

Había una vez unos
hijos ciegos
que una vez al mes
mordían los duelos.

Había otra vez
unos pies helados
ardientes a unos ojazos
que le besaban el invierno.

Había veces de besos
que lejos del miedo
remmendaban los huecos
y tejían mis versos.

Había una vez
una nuez que ya no está

        ...Y me lamento.

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