jueves, 21 de julio de 2016

Corazoncito de alabastro.

Llevo tantísimos años huyendo
la avaricia esconde a mi corazón
y eso también cansa...
Hoy he tirado la toalla
he abortado esa estúpida batalla,
voy a sacarlo del cajón,
voy a dar una exhibición
porque aquí encerrado...
lo devoran las polillas.
Y luego todo ese cariño derrochado
esas llaves que no abren el delirio
porque no se abre con llave
sino con mi propio sacrificio.
Y es que uno se cansa de vivir en prohibición
una se agobia de huirle al amor
y se rinde al construir murallas,
de estarse segura también se cansa;
hoy no tengo fuerza para inventar algún pretexto
¡Qué se canse el miedo!
¡Qué reviva el alma!
qué caiga la advertencia sigilosa que carcome las entrañas
qué el rumor sea sólo un engaño
qué tus labios no me hagan bajar la mirada.

No hay comentarios: