miércoles, 6 de julio de 2016

Ya no.

Recuerdo exactamente la última vez
ésta tonta juró que no volvería a suceder,
después de tantos años... el nuevo abandono,
el mismo abandono...ésa era la última vez.

El desconsuelo, la rabia
la estupidez emanante 
¿cuántas mascaras derramadas?
exasperación descontrolada
irse a herir en otra parte.

La idea dolorida también irrita
pero la piel ya no lastima
porque la boca dejó de pronunciar
porque el quebranto trae el regocijo
y el sollozo juboiloso 
refleja en su llanto la alegría.






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