No me hagas daño
son mis muslos inocentes,
si has de devorar mi carne
deja el odio tras la puerta,
si alguien sufre
que sea la espera.
No me hagas daño
porque mi sangre corre
entre mujeres de paz
que trituran a las hienas
y dictan sentencia eterna.
Soy
bocadillo que atraganta.
 
 
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