me secó un poco más el alma 
me llevó a contemplar otros cielos
cavamos mi túnel hacia el infierno
despertó mi sed con algún tequiero.
Ya no necesito a Azul
no sé si la necesité
entre máscaras coexistimos
tantas noches, días, sueños
tantas máscaras
confusión
¿aún soy yo? ¿es ella yo?
¿quién me poseyó?
un camuflaje necesario
en la calle de las mustias
y los gritos en una lista de espera
de tráfico de órganos:
un corazón.
 
 
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