Se acercó con un arrebato y lo besó,  con sus manos acarició su barba, luego una lágrima derramó, mientras él con sus dedos acariciaba su brazo, como si de él salieran lágrimas y tuviera que sacarles. Ella lo abrazó con toda su fuerza, con todas sus ganas, "te extrañé mucho" mientras acariciaba su cuello, segundos después, rápido se separó, se bajó del auto y cerró la puerta de su casa.
Consiguió después de 160 noches de delirios ese último beso que no le dio afuera del hospital.
 
 
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