Esa tendencia suicida de mis pies
de encaminarse a los pantanos,
de gemir cuando es en vano.
Esa manía de mi tonta boca
que me pone las vocales al revés,
torpe, mancha intenciones, tonta.
Estas uñas impacientes que rascan sin picor
las yagas de la piel no descansan,
las uñas desquiciadas no claudican.
 
 
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